"Si ese avión despega, y no estás en él, lo lamentarás. Tal vez no ahora, ni hoy ni mañana, pero si más tarde, durante el resto de tu vida." (*)
Queremos invitarte, parafraseando a Rick, cuando despide a Ilse, a recorrer Marruecos en moto. Empezamos el viaje en Casablanca.
Marruecos es un país fascinante. Con playas en el Atlántico y el Mediterráneo. Dos imponentes cadenas montañosas, los Rif, y los montes Atlas. Ciudades y pueblos llenos de historia. La primera universidad del mundo. Rastros culturales que provienen de los orígenes de la historia. ¡Y mucho antes también!
Chefchaouen, la famosa Blue City nos envolverá con sus influencias Islámicas y andaluzas. Cascadas, azulejos artesanales y un entorno de montañas. Las RIF. Hacia el sur, Fes. La capital espiritual de Marruecos. Famosa por sus Medinas, por sus bazares, mezquitas y sus antiguas construcciones arábigas.
Después de atravesar las tres conformaciones de la cordillera, los Atlas Medios, los Altos Atlas y los Anti-Atlas, habiendo dejado atrás Midelt, una ciudad moderna, minera y agrícola en un valle elevado y fresco, comenzaremos el descenso hacia el desierto del Sahara que nos espera con todo su misterio, su magia y magnetismo. ¡Aquí queremos ver la salida y puesta de sol para tener fotos en toda la gama posible de colores dorados y rojos!
En Merzouga montaremos un campamento en el desierto y podremos utilizar el día de descanso para agotarnos jugando en las dunas con motos de cross o UTV, pasear en Land Cruisers o en Camellos.
Esta experiencia en las gigantescas dunas del Sahara solo podrá ser olvidada por un instante, si nos concentramos en el siguiente tramo del camino. Debemos alcanzar el Atlántico, pero circularemos por rutas del Rally París Dakar. Si bien las rutas están asfaltadas, la diversión y la emoción no cederán por un segundo. Ouarzazate es una famosa locación utilizada por Hollywood en varias películas, desde Lawrence de Arabia hasta Game of Thrones. La ciudad Fortificada de Ait Benhaddou en el espejo retrovisor y hacia adelante la geografía imponente del pequeño valle de Tafraout y sus rocas pintadas.
El océano atlántico nos recibe con sus grandes olas, elegidas por el surf y un pueblo pescador, de casas blancas que se desparrama sobre la playa. Durante un par de días, nos acompañará la brisa marina para volver a internarnos, esta vez a la cosmopolita e interesante Marrakech. Alguna vez, capital imperial, fundada en el Siglo XI, la ciudad roja nos dejará descansar de la moto en el día libre, que de seguro ocuparemos desde temprano, porque hay mucho para ver, hacer y disfrutar.
De vuelta a Casablanca, con sus 5 millones de habitantes y una pujante economía, su rica arquitectura contemporánea y su vibrante vida cultural, tal vez nos haga olvidar que vinimos en busca de un bar. Y nos demoremos en la cena de despedida, mientras suena ¡As times goes by! en algún piano.
(*) Cita de la película Casablanca. USA. 1942
** PANDEMIA COVID: la realización de este viaje está supeditada a la posibilidad de volver a viajar en vuelos transatlánticos. Si no es posible en fecha propuesta, se irá reprogramando.